¿CÓMO FUNCIONA LA FIV – FERTILITZACIÓN «IN VITRO»?
La finalidad de la FIV es conseguir óvulos de una mujer para fecundarlos en el laboratorio, obtener embriones y después transferirlos al útero para conseguir embarazo.
Lo más habitual en la FIV es que sea la misma mujer quien quiera quedarse embarazada. Pero los óvulos se pueden obtener de una mujer y los embriones transferirlos a otra. Seria el caso de una donación anónima o del ROPA (receptora óvulos pareja) en una pareja de mujeres. La que proporciona los óvulos es la «donante» y la que recibe los embrione la «receptora».
La FIV consta de diferentes etapas con sus procedimientos:
En la consulta de ginecología se hace el control del ciclo mediante ecografía y análisis hormonales –de sangre o orina. En los ovarios se observa por ecofrafía el crecimiento de los folículos, que se ven como unas redondas negras. Un folículo normal y maduro tiene en su pared interna un óvulo.
También se mira por ecografía el aspecto y el grosor del endometrio. El endometrio es la capa interna del útero donde tendrá que inplantarse el embrión.
El ciclo se puede hacer sin tratamiento –ciclo natural, con tratamiento mínimo –oral o inyectable- o con estimulación ovárica más o menos intensa.
En el quirófano se realiza la punción folicular para conseguir el óvulo que hay dentro del folículo maduro. La punción se suele hacer con una anestesia general de baja intensidad y corta duración –también llamada sedación- que permite una recuperación rápida y no suele resultar desagradable –es similar a la que se utiliza en algunas exploraciones como la colonoscopia o fibrogastroscopia.
Cuando hay pocos folículos, en mujeres que lo toleren bien, se puede hacer anestesia local o incluso sin anestesia.
Los óvulos obtenidos se pasan al laboratorio de embriología.
En el laboratorio se hace el recuento de óvulos obtenidos. Al cabo de un tiempo se limpian la células que llevan adheridas y se ponen en contacto con los espermatozoides o se realiza ICSI (Inyeción intracitoplasmática de un espermatozoide dentro del óvulo).
Al día siguiente ya se sabe cuantos embriones –óvulos que se han fecundado- hay. Los embriones se mantienen en unas incubadoras con unas condiciones óptimas de temperatura y atmosfera controlada. Se va siguiendo su evolución descartando los que no la hacen correctamente.
Conforme a diferentes parámetros biológicos se clasifican según la calidad de más a menos en A, B, C o D –si son de inferior cualidad ya se descartan.
Esta clasificación no es genética por –haría falta hacer un diagnóstico genético por parte de un laboratorio especializado- y por lo tanto se puede dar a un embrión clasificado como “A” esté genéticamente alterado o que uno clasificado en un nivel inferior esté mejor que otro catalogado como superior. Normalmente, pero, los mejor clasificados dan más posibilidad de embarazo.
Los embriones obtenidos se transfieren –normalmente 1, pero 3 como máximo- al útero en el mismo ciclo o se congelan. Los embriones sobrantes se congelan para tener posibilidades de embarazo sin tener que realizar todos los procedimientos previos.
La transferencia de los embriones se realiza en el quirófano o en una sala de exploración ginecológica anexa al laboratorio. Consiste en colocar el embrión o embriones en el lugar apropiado del endometrio mediante un catéter muy fino que se pasa por el cuello del útero. Hay que poner un espéculum vaginal como en una revisión ginecológica.
La transferencia no suele ser dolorosa, pero al hacerse controlado por ecografia abdominal hay que tener la vejiga urinaria con contenido y esto puede resultar incómodo. En personas que lo necesiten se puede utilizar sedación.
Los embriones se pueden transferir entre el día 2 y el día 6 de vida –el día “0” es el día que se fecundan los óvulos , y si se congelan, al descongelarlos se cuenta que están en el mismo día en que se congelaron.
Hacia el día 16 de vida del embrión –del 10 al 14 según el momento en que se haya realizado la transferencia- se puede hacer una prueba Beta HCG en sangre porque esta hormona indica si hay embarazo.
Cuando la transferencia se realiza con embriones congelados o la mujer que los recibe es una “Receptora”, es necesario hacer previamente el procedimiento de seguimiento del ciclo o preparación del endometrio en la consulta ginecológica.
¿CÓMO FUNCIONA LA DONACIÓN DE ÓVULOS?
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ay situaciones en las que una mujer no tiene ovarios o estos no funcionan correctamente ya sea por una enfermedad, un trauma o debido a la menopausa, que puede ser normal por la edad o darse antes de tiempo –incluso en mujeres muy jóvenes puede darse un fallo ovárico normalmente debido a causas genéticas.
Si no hay ovarios o no funcionan, es evidente que el embarazo con los propios óvulos no es posible. A pesar de estos problemas de los ovarios, la matriz puede estar perfectamente bien para llevar un embarazo, si la mujer está sana.
Una situación que se da más a partir de cierta edad -o si se ha sufrido enfermedades como la endometriosis que dañan los ovarios- es que el funcionamiento es deficiente: los ovarios tienen pocos óvulos, muchos tienen anomalías y no llegarán a producir un embarazo. La capacidad que tienen los ovarios para dar un embarazo se puede determinar mirando la reserva ovárica – que es el número de folículos que hay en los ovarios al inicio del ciclo- por ecografía. También es útil hacer un análisis de sangre para mira la Hormona Antimuleriana (HAM o AMH). Cuando las cifras son bajas, aunque la mujer tenga la regla, tiene pocas posibilidades de conseguir un embarazo. Si quiere tener más posibilidades puede optar también por la donación.
Cuando se utilizan gametos de donantes –óvulos o espermatozoides-, las personas que realizan la donación tienen que seguir unas revisiones médicas y controles analíticos por los cuales reciben una compensación económica. En el caso de donantes de óvulos, el proceso es más exigente ya que deben seguir los procedimientos de estimulación ovárica -con inyeciones hormonales, y controles con ecografías y análisis- y el procedimento de punción para la recuperación de óvulos –que requiere quirófano con anestesia.
Las donantes –y los donantes también en el caso masculino- se tienen que selecionar buscando la mayor semejanza con la mujer receptora y la mayor compatibilidad. La idea es el bebé pueda pasar como hijo de un embarazo espontáneo y es sólo potestad de la mujer –y de la pareja si tiene- revelar o no que su hijo proviene de una donación.
Cuando una mujer no puede utilizar sus óvulos tiene dos opciones:
Hay diferente posibilidades, que pueden tener un coste diferente, desde selecionar óvulos congelados de un banco de óvulos hasta tener una donante propia –o compartida- que haga el tratamiento para la receptora concreta. Una vez obtenidos los óvulos de la donante se fecundan con los espermatozoides de la pareja –o de donante si es el caso- y se obtienen unos embriones. Según si congelan o no todos los embriones tenemos dos opciones:
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Ciclo sincronizado. Se hace una transferencia en fresco de uno o más embriones. El resto se congela. Como dice su nombre, sincronizado quiere decir que la receptora debe tener el endometrio listo en el preciso momento que se deban transferir los embriones; esto se consigue con un procedimiento de preparación hormal que hace la receptora y que se inicia poco antes de que la donante inicie la estimulación ovárica; en este procedimiento se para la actividad ovárica y se prepara sólo el endometrio en el que se llama Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS).
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Ciclo no sincronizado. Se congelan todos los embriones y cuando a la receptora le va bien, y está lista, se realiza la transferencia. Se puede hacer en un ciclo natural, controlando el momento de la ovulación, sin o con tratamiento hormonal o bien en un ciclo estimulado o en un ciclo con THS como en el párrafo anterior. l, controlant el moment de l’ovulació, sense o amb tractament hormonal o bé en cicle estimulat o en cicle amb THS com en el paràgraf anterior.
Puede ser una opción cuando no hay o no se pueden utilizar espermatozoides de la pareja. Tiene un precio más reducido que crear embriones personalizados a partir de un donante. Lógicamente se pierde la singularidad –nadie más tendrá un embrión igual, cuando se crean para ti.
Algunos lo llaman «adopción de embriones». En este caso el embrión proviene de una pareja que ha hecho tratamiento anteriormente y a decido dar los embriones sobrantes. Puede ser que estos embriones sean genéticamente de la misma pareja o que una parte -el óvulo o el esperma- sea de donante o que las dos partes -tanto el óvulo como el esperma- sean de donante. En estos casos es casi seguro que se ha conseguido embarazo con embriones hermanos del que se dona.
El proceso de preparación de la receptora es como en el ciclo no sincronizado de la donación de óvulos, sólo que este caso no hace falta esperar si se fecundan los óvulos para saber cuantos embriones hay.
La transferencia de los embriones se hace en el quirófano o en una sala de exploración ginecólogica anexa al laboratorio. Consiste en colocar el embrión/embriones en el lugar apropiado del endometrio mediante un catéter muy fino que se pasa por el cuello del útero. Hay que poner un espéculo vaginal como en una revisión ginecológica. La transferencia no suele ser dolorosa pero al hacerse controlando por ecografía abdominal es necesario tener la vejiga urinaria con contenido y esto puede resultar un poco incómodo. En personas que lo requieran se puede utilizar sedación.
Los embriones se pueden transferir entre el día 2 y el día 6 de vida –el día “0” es el día en que se fecundan los óvulos, y si se congelan, al descongelarlos se cuenta que están en el mismo día en el que se congelaron.
Hacia el día 16 de vida del embrión –del 10 al 14 según el momento en que se haya realizado la transferencia- se puede hacer una prueba de Beta HCG en sangre porque esta hormona indica si hay embarazo.
¿CÓMO FUNCIONA LA INSEMINACIÓN?
La Inseminación es un método simple para conseguir embarazo cuando una pareja de hombre y mujer no lo consigue manteniendo relaciones sexuales o cuando éstas no son posibles. También es la opción más simple y económica para mujeres solas que quieren ser madres o para una pareja de mujeres.
La inseminación consiste en dipositar el semen, mediante un catéter en el fondo de la vagina, en el cuello del útero o bien en el interior del útero de la mujer. Se puede utilizar semen fresco o congelado. Según la técnica la inseminación puede ser:
Qué se necesita para hacer una inseminación:
- Por parte de la mujer, que las trompas no estén obstruidas, que el endometrio tenga buenas condiciones y que se produzca la ovulación –de como máximo 3 folículos. La inseminación es menos eficiente a medida que aumenta la edad de la mujer; a partir de los 38 años, normalmente, es mejor hacer FIV.
- Por parte del hombre, que haya un mínimo de espermatozoides móviles.
Qué pasos hay que seguir:
En la consulta se sigue la evolución del ciclo por ecografía y posiblemente análisis. Se puede hacer en un ciclo natural –habrá 1 óvulo como máximo- o en ciclo con estimulación hormonal moderada; si hubieran más de 3 folículos maduros, se tendría que cancelar el ciclo o pasar a FIV.
Se puede desencadenar la ovulación con tratamiento a partir de un determinado tamño de los folículos o controlar con análisis cuando se producirá espontáneamente.
El procedimento de inseminación se puede realizar en un intervalo que va desde 2 días antes –los espermatozoides viven hasta 3 días en el interior de la mujer- al mismo día en que se produce la ovulación.
Se puede dar un tratamiento oral o vaginal de apoyo hormonal después de la inseminación para mejorar las posibilidades de embarazo. Al cabo de unos 16-18 días de la inseminación se comprueba si hay embarazo con análisis de Beta HCG.
Si no se consigue embarazo después de 3 intentos es mejor pensar en otra técnica de reproducción, probablemente FIV.
En algunos paises está permitida la selección de espermatozoides –con procedimientos como el MicroSort,- para favorecer que haya más espermatozoides de un sexo determinado. Esto favorece las posibilidades de un embarazo del sexo deseado, pero sin una seguridad como la del diagnóstico genético del embrión. El proceso de seleción consume espermatozoides que no se podrán utilizar, por lo tanto no se puede hacer cuando la muestra de semen es ajustada.
¿CÓMO FUNCIONA LA CONSERVACIÓN DE ÓVULOS?
Si la mujer tiene una pareja estable y la perspectiva de tener hijos en común, congelar embriones es una buena opción que tiene además muchos años de experiencia con excelentes resultados. Si éste no es el caso, la opción es congelar óvulos. La técnica de congelar óvulos ha ido mejorando en el transcurso de los años y los resultados son cada vez más satisfactorios. Cuando antes –más jove es la mujer. se hace la congelación mejor.
Las etapas de la conservación son similares a la FIV pero sólo hasta la obtención de los óvulos. Tenemos pues:
Estimulación ovárica controlda: Mediante un tratamiento hormonal se estimula el crecimiento de los folículos –esto dura una media de 10 días. El ciclo se controla con ecografía y análisis.
Un vez los folículos llegan a una medida adecuada se maduran y se hace la punción para recuperar los óvulos a quirófano. Se utiliza una anestesia general (sedación) de baja intensidad y duración –como la que usa en algunas exploraciones com la colonoscopia- que deja normalmente una sensación agradable.
Los óvulos se evalúan y los que son maduros y de caracteristicas normlales se congelan.
Los óvulos pueden estar congelados todo el tiempo que sea necesario sin que pierdan cualidad. Una vez se necesiten, se descongelan y se fecundan con los espermatozoides que corresponda para transferirlos a la mujer. Los óvulos corresponden a la edad que tenía la mujer cuando los congeló, aunque que en el momento de transferirlos hayan pasado varios años y por lo tanto, mayor.
¿CÓMO FUNCIONA LA DETECCIÓN DE ENFERMEDADES HEREDITARIAS?
Una vez se sabe qué embriones están sanos, se selecciona uno para transferir –se pueden transferir hasta un máximo de 3- y el resto se congelan o se mantienen congelados –si ya lo estaban.
A parte de esto, todas las técnica y procesos son los mismos que en caso de no hacer diagnóstico genético.
El diagnóstico del embrión antes de transferirlo permite también evitar muchos abortos que se producirían al trasnferir embriones con buen aspecto aparente, pero con alteraciones en los cromosomas o en los genes.
Aunque se haya transferido un embrión con diagnóstico genético de sano, hay que seguir los controles durante el embarazo. En casos de mosaicismo, en que hay más de una línea celular, se podría dar el caso que el resultado de la biopsia del embrión no correspondiera completamente con el feto.
Cuando hay un enfermedad familiar conocida, antes de hacer el tratamiento de reproducción asistida, hay que recoger la máxima información clínica de los antecedentes familiares y probablemente hacer pruebas a los familiares afectados o portadores.